Bajo la mortecina luz azul 
del Hotel Belvedere, 
mientras parpadea el televisor, pienso 
en cómo el corazón busca lo que anhela 

En medio de la fiebre 
reconozco tu voz 
que surge de un sueño, y el sueño me repite 
cómo el corazón busca lo que anhela. 

Cuando deja de llover en la autopista 
las luces de los faros parecen deslizarse por encima de la luna. 
Un viajero de huesos cansados 
aguarda junto a la carretera. 
¿A dónde va?. 

Sueño que estoy echado sobre la cima de una colina 
y que las luces de los faros parecen deslizarse por encima de la luna. 
Entonces me arrullo en tus brazos 
y tu voz se convierte en el calor de la noche. 
Estoy caliente. 

En una cabina telefónica 
de cualquier bar de pueblo, 
mientras ensayo lo que voy a decirte, el teléfono me devuelve la moneda y ésta me repite 
cómo el corazón busca lo que anhela. 
Cómo el corazón busca lo que anhela