El carbón y el monóxido constituyen 
el pringoso perfume de Detroit, 
por la mañana flota sobre las autopistas 
y por la noche se te pega al cuerpo. 
Oh, Papá vagabundo 
puedes ver que voy vestido como un colegial 
pero me siento como un payaso, 
es una reacción natural que aprendí en esta ciudad del baloncesto. 

Recogía la basura 
y gasté todas las propinas que me dieron. 
Viví en Gatorade 
planeando mi huida. 

Detroit, Detroit 
convertiste un equipo de hockey en un infierno 
tuviste una forma torpe de conseguir que un hombre 
se involucrara en ese sueño automovilístico. 
Oh, sí. Oh, sí. 
Oh, Papá vagabundo, ¿puedo irme contigo por ahí?. 
Bueno, ya pasó la hora del desayuno, 
estoy en camino y el hombre del tiempo se ha vuelto a equivocar