Si nace en ti un sentimiento y no se te pone nada malo
es que la buena suerte
fluye por tus jóvenes venas.
Y si la vida es una bendición
que acaricia las copas de los árboles,
recuerda que es un corto paseo
en medio de una dulce brisa.
Te voy a necesitar, te alimentaré, pondré mi semilla en ti, te suplicaré.
Todo para degustar tu dulce amor, Thelma.
Si el corazón es un diario abierto
ésa fue la oportunidad que yo aproveché.
Cuanto más la conocía, más me sorprendía Thelma.
Anoche dormí con una almohada de alquiler,
una luna plateada sobre mi cabeza,
me desperté sediento sin recordar mi sueño
y cogí el teléfono
que estaba junto a la cama.
La primera vez que te ví pensé:
“Es preciosa, pero demasiado joven para ligármela”.
La gente que estaba al tanto de mi historia
procuraban mantenerte alejada de mí.
Te dejé un mensaje en tu hotel.
No dejes que en recepción envenen el pozo.
Te voy a necesitar, te alimentaré, pondré mi semilla en ti, te suplicaré.
Todo para degustar tu dulce amor, Thelma.
Suena el teléfono y me doy cuenta
de que vivimos en océanos y zonas horarias distintas.
Las palabras que te digo en medio de la noche
caen sobre tus heridas de antaño.
Si no brilla el sol y el viento no para
el reloj, no saltes al vacío,
Thelma, cariño mío, yo amortiguaré tu caida.
Te voy a necesitar, te alimentaré, pondré mi semilla en ti, te suplicaré
Sin el sabor de tu dulce amor,Thelma
sólo soy un hombre que ha caminado al borde de la desesperación
mucho tiempo, sin que le importara.
Te contemplo dormida en la cama del hospital
con el bebé hecho un ovillo junto a ti.
El sol del invierno hace que brillen las raices familiares
y todo lo demás no significa nada