¿Por qué no me escribes?
Estoy desterrado en la selva,
estoy hambriento de oírte.
Mándame una postal,
estoy esperando con ansiedad
estar a tu lado.
¿Por qué no me escribes?
Algo no funciona
y sé que debo estar ahí.
Quizá estoy perdido,
pero no puedo pagar el precio
del billete de avión.
Dime por qué
por qué,
por qué.
Dime por qué
por qué,
por qué.
¿Por qué no me escribes?
Una carta alegraría
mi tarde más triste.
Échala al buzón hoy,
incluso si es sólo para decirme
que me vas a dejar.
El lunes por la mañana, sentado al sol,
estoy esperando y suspirando por la llegada del correo.
El martes, no tengo ni una palabra, mmm.
Miércoles, jueves; ni rastro.
Me he bebido media botella de yodo.
El viernes, ¡ay de mi!
voy a colgar mi cuerpo del árbol más alto.
¿Por qué no me escribes?
¿Por qué no me escribes?