Cuando era apenas un muchachito 
y el diablo me tentaba 
yo decía: “Bueno, 
¿a quién crees que vas a engañar?” 
Soy un chico piadoso, 
canto en el coro dominical. 
Oh, mi mamá me quiere, ella me quiere. 
Ella se pone de rodillas y me abraza, 
me quiere como una roca, 
me arrulla como si fuera un pedrusco antiguo. 
Y me quiere, me quiere, me quiere. 

Cuando me hice un hombre 
y el diablo me tentaba 
yo decía: “Bueno, 
¿a quién crees que vas a engañar?” 
Soy un hombre santo
que busca ansiosamente la pureza.
Mi mamá me quiere, ella me quiere.
Ella se pone de rodillas y me abraza,
me quiere como una roca,
me arrulla como si fuera un pedrusco antiguo.
Y me quiere, me quiere, me quiere.

Si llegara a Presidente
y el Congreso me citara
les diría: “Bueno,
¿a quién creéis que váis a engañar?
tengo el Sello de la Presidencia,
estoy en el estrado presidencial.”
Oh, mi mamá me quiere, ella me quiere.
Ella se pone de rodillas y me abraza,
me quiere como a una roca,
me arrulla como si fuera un pedrusco antiguo.
Y me quiere, me quiere, me quiere.